La Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio a conocer que concluyó el proceso de refinanciamiento de la deuda de corto plazo de Petróleos Mexicanos (Pemex) que se realizó coordinadamente con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la propia Pemex, que según las calificadoras y analistas “fue un éxito”.
Para el efecto, el Gobierno Federal de la autollamada cuarta transformación (4T) pagó 3,500 millones de dólares (aunque en otra parte del comunicado señala que fueron 3,200) que el refinanciamiento de los vencimientos de corto plazo se intercambiara por nuevos bonos con vencimiento a diez años.
Adicionalmente, parte de los recursos del refinanciamiento se utilizaron para recomprar bonos que se encontraban a menor precio y con vencimiento a mediano plazo.
Solo atrasar los pagos
Asimismo, se logró comprimir el diferencial de tasa que pagaba Pemex sobre la tasa del soberano en 50 puntos base, con lo cual se consiguió una reducción del costo financiero por 180 millones de dólares por año.
Con el movimiento, según el Gobierno Federal, “la deuda de la empresa estatal disminuyó en 3,200 millones de dólares y redujo su presión financiera, entre 2024 y 2030, en 10,500 millones de dólares”.
Aunque el comunicado señala que los recursos en esta operación no ponen en riesgo la ejecución del gasto público ni implicaron ningún recorte presupuestal, diversos analistas difieren en que el gasto público se vaciará en una empresa que presenta fallas que a nivel mundial son reconocidas, por su alta inoperancia.