La frontera terrestre entre México y Estados Unidos abrió hoy después de que las autoridades de ese país mantuvieran solo los cruces esenciales para quienes trabajan en ese país y por razones médicas, desde el 20 de marzo de 2020.
Con esta reapertura, gobernadores, alcaldes y líderes empresariales de la franja fronteriza prevén la reactivación del intercambio económico, social y familiar, pero también mayor movilidad, incluso casos vehicular, pues miles de turistas mexicanos regresarán a las tiendas en las ciudades fronterizas.
Ahora, las personas que quieran ingresar a ese país deben presentar un comprobante de vacunación y haber recibido la segunda dosis 14 días antes, mientras que los menores de edad no requieren comprobante ni estar vacunados, pero sí la compañía de un adulto con el papel.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) mexicana mencionó que al momento de cruzar, las personas serán cuestionadas verbalmente si están vacunadas. No obstante, las personas vacunadas con Sputnik-V y CanSino no podrán ingresar incluso vía aérea.
Desde hace casi 20 meses, la administración de Donald Trump cerró la frontera terrestre a viajes al turismo, compras o visitas familiares y permitió solo los cruces vinculados al comercio binacional. A partir de enero de 2022, el requisito de vacunación aplicará para todos los viajeros, incluidos los choferes de camiones.
La garita de San Ysidro, en California, es la de mayor afluencia en los 3,169 kilómetros de frontera y estaba lista para dar acceso al turismo desde el primer minuto de este 8 de noviembre. Por este lugar cruzan unas 35,000 personas al día, lo que la hace la más importante de toda la frontera.
Tan sólo en San Ysidro, Imperial Beach y San Diego, las pérdidas económicas que dejó el cierre fueron de 7 millones de dólares semanales. El Sindicato Industrial Autónomo en Plantas Maquiladoras de Reynosa (Siamar) mencionó que la reapertura es una gran noticia para el sector.
Según Alberto Lara Bazaldúa, secretario general del sindicato, alrededor de 3 mil norteamericanos conviven en el sector maquilador con trabajadores mexicanos, por lo que al vecino del norte le interesaba blindarlos de posibles contagios en los centros laborales.