Estamos ante un escenario económico muy desfavorable, probablemente peor al que se vivió durante la crisis financiera de Estados Unidos de hace 11 o 12 años, al grado de no descartarse una depresión de la economía global.

Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, señaló que “las economías que salgan mejor libradas de esta crisis serán las que hayan aplicado las políticas de contingencia sanitarias y económicas adecuadas en tiempo y forma. Es de esperarse que los gobiernos redireccionen recursos y se endeuden más al aplicar política fiscal contra cíclica”.

Precisamente el presidente de los Estados Unidos, Donald trump, anunció un paquete de estímulos económicos por cerca de 850 mil millones de dólares, para evitar un bran descalabro económico derivado de la crisis de salud ocasionado por la pandemia mundial.

El peor enemigo de cualquier economía es la incertidumbre. Cuando hay escenario desconocidos o no se tienen políticas públicas claras, simplemente la inversión de las empresas no se ejerce. Si a ello se le agregan elementos adversos puntuales como la caída de los precios internacionales del petróleo y una pandemia mundial, las consecuencias serán sumamente negativas.

Tal es el escenario que los Estados Unidos ya ha tomado importante medidas para tratar de evitar una crisis recesiva, principalmente una rápida baja de las tasas de interés de referencia que ya se ubican en un rango del 0 al 0.25%, además de estímulos monetarios detemriandos por la Reserva Federal de esa nación (FED), más el paquete de estímulos económicos anunciados hoy, todo ello anticipando un fuerte golpe a la economía.

Debido a la pandemia por Coronavirus, varios países han cerrado completamente sus fronteras (Italia, España, Francia, entre otros) y han entrado en cuarentena, lo que implica un paro de sus actividades productivas, es decir, será inevitable que entren en recesión y que algunos sectores sufran grandes pérdidas y posiblemente se presencia la quiebra de muchas empresas..

Por ello, no debe sorprender la fuerte caída que experimentan los mercados bursátiles. Por ejemplo, el índice Dow Jones, que es el principal indicador bursátil de Wall Street ya ha perdido más de 30% en lo que va del año y el pasado lunes 16 de marzo experimentó su peor caída en un solo día desde el crack bursátil de 1987.

En opinión de Gabriela Siller, la afectación en México dependerá de:

1.   Número de contagios y muertes.

2.   Tiempo que dure la crisis sanitaria.

3.   Profundidad de la desaceleración o recesión en Estados Unidos.

4.   Capacidad de movilidad de personas y mercancías y su impacto en el comercio global.

5.   Y de las políticas contracíclicas aplicadas que detengan las caídas y sienten las bases para una rápida recuperación.