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Cuando se combina con el Big Data, el análisis de información puede arrojar una gama de datos valiosos para la inversión.

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Se espera que el mercado global de la Inteligencia Artificial (IA) alcance los 309,600 millones de dólares (mdd) en 2026, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesta de casi 40% desde 2021, de acuerdo con un informe de Research and Markets.

Asimismo, se prevé que la inversión en IA se centrará cada vez más en áreas específicas como el procesamiento del lenguaje natural, la visión artificial, la automatización robótica de procesos y la inteligencia empresarial.

 

Distintas firmas cuentan con áreas especializadas para el desarrollo de IA en su apuesta por ser competitivas y ofrecer servicios innovadores.

 

Por ejemplo, KIO, dirigida por Jorge Sapién, a través de KIO IT Services, mantiene su foco en la inversión y la capacitación para lograr acompañar a otras empresas en su aceleración digital.

Ello, porque la Inteligencia Artificial tendrá un impacto significativo en diversas áreas de la sociedad, incluyendo sectores como la atención médica, la robótica y la automatización industrial, la seguridad y la vigilancia.

 

 

En la industria inmobiliaria, la IA también comienza con su disrupción en tareas tradicionales, incluso ya optimiza el quehacer de los agentes al facilitar búsquedas de propiedades con características muy específicas.

Basta mencionar que cuando esta innovación se combina con el Big Data, el análisis de información puede arrojar una gama de datos valiosos para la inversión en bienes inmuebles.

Y ya que la IA consumiría más energía que la fuerza laboral humana y generaría más emisiones de carbono, el soporte técnico en instalaciones físicas como los llamados Data Centers lo evitaría.