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La estación de Nuevo Xcán permitirá conectar y atender el transporte local con la zona de Holbox. La estructura será únicamente de madera con la finalidad de reducir la huella de carbono y preservar la selva circundante.

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En entrevista con Real Estate Market & Lifestyle, la arquitecta Gabriela Carrillo, a cargo del diseño de la estación Nuevo Xcán del Tren Maya, en Lázaro Cárdenas, Quintana Roo, habló sobre su participación, la estrategia y el proceso del proyecto.

Esta estación, en particular, está bajo la firma de Taller Gabriela Carrillo, en sociedad con Israel Espín, y Biopolis, oficina con la que fue se llevó a cabo la parte de urbanismo y Plan Maestro, así como el desarrollo de comunidad sustentable. “Es una colaboración enorme por la escala del proyecto.

“Siempre he pensado que la arquitectura es un trabajo colectivo, no creo en la individualidad. El quehacer arquitectónico debe ser reflexivo e interdisciplinario”.

Al ser cuestionada sobre su postura frente al Tren Maya, aseguró que en la mayoría de los casos es partidaria de ser crítica y ahondar sobre cada proyecto y lo que representa. “Como arquitecta, tengo una corresponsabilidad muy importante, no solo desde un frente profesional, sino desde una condición humana y por decisión propia hacia las cuestiones medioambientales del planeta al que habito, el hijo que tengo y de una serie de valores que promuevo”.

Gabriela Carrillo definió la estación de Nuevo Xcán como un punto que permitirá conectar y atender el transporte local con la zona de Holbox. Es un corredor ecológico en línea vertical.

“Conocer esto fue también parte del proceso para el desarrollo del proyecto. Me parecía importantísimo descubrir la zona, recorrerla, saber sus posibilidades y potenciales ambientales, y por supuesto, tomar en cuenta y conocer a las comunidades que lo habitan; este turismo comunitario que existe”. Dicho proceso tuvo una duración aproximada de seis meses, lo que permitió al equipo dar paso a una visión comunitaria, sensible y no desde una condición aislada.

 

 

De acuerdo con la arquitecta, vivir esta parte fue fundamental para inspirar en gran medida la estética y las líneas de diseño de la estación, tomando en cuenta tres puntos esenciales:

  1. El territorio y su geología– a veces invisible– que da paso a la formación de ríos subterráneos.
  2. La selva y la condición de preservarla y fortalecerla.
  3. El conocimiento de una comunidad maya, vigente y que habita, siempre con respeto, nunca con distancia.

“Ese es el principio conceptual para poder diseñar la estación que, además, su naturaleza conceptual es ser comunitaria, poder servir a una población local”.

La estación, al estar acompañada de un Plan Maestro, señala, ha buscado fortalecer el lugar, sus riquezas y potenciales, “no se trata de promover un lugar donde haya zonas fast food, sino cocinas y tiendas de locatarios que producen sus propios productos en las cocheras de sus casas. Además, Nuevo Xcán cumplirá con el propósito de ser un centro que fortaleza los servicios hoy ausentes: un microcentro médico, servicios de paquetería, un banco, así como un lugar de refugio o emergencia ante posibles fenómenos naturales”.

Destacó que tomar en cuenta los metros cuadrados de superficie de un proyecto de tal magnitud, fue vital, así como el paisaje, los árboles y el levantamiento de las especies vegetales, por lo que la estrategia se basó en diseminar el esquema: “En vez de construir un gran edificio, optamos por suplir las necesidades del mismo programa a través de una estación, en medio de la selva, con caminos, senderos, veredas, con materiales a base de piedra maya y, en algunas zonas necesarias, concreto; por ejemplo: rampas para personas con discapacidad”.

 

 

La estación, en cuanto a forma y materialidad, la describió como “una serie de estructuras, ligeras, siempre perfectamente calculadas y fortalecidas para soportar huracanes, pero con materiales locales como la palma y la piedra local. Asimismo, si bien cuenta con una serie de reforzamientos de acero, la naturaleza era buscar una estructura que fuera en su mayoría madera”.

Acerca de este último punto, Gabriela Carrillo señaló que fue “todo un reto”, ante los cuestionamientos de que construir en madera ‘es más caro y el mantenimiento más complicado’. “Sin embargo, hoy en día, la madera es considerado el material más sustentable para construir cualquier cosa, y cuando entiendes el proceso de mantenimiento, no es tampoco más costoso, simplemente es otro”.

La arquitecta, con una trayectoria de casi 20 años, en donde nueve de ellos trabajó como socia en el Taller de Arquitectura Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo, dijo, sobre la decisión de fundar sobre su propia firma, que esto le ha permitido “tener nuevas colaboraciones y conocer nuevos procesos”. A la fecha, su trabajo ha sido reconocido con numerosos premios, entre los que se encuentran la Medalla de Oro Palmares de la Academia Francesa de Arquitectura.