Aunque Kentucky Fried Chicken (KFC) tuvo que cerrar temporalmente 40 de sus restaurantes que se encuentran en las áreas de comida de los centros comerciales en México, sigue adelante con su plan de aperturas. En las últimas semanas, la marca ha reabierto varios restaurantes que estaban en proceso de remodelación y reactivado los planes de construcción.

Los planes de KFC este año incluían la apertura de 37 nuevos restaurantes, que se quedaran en alrededor de 25, debido a los retrasos generados por el parón en la construcción, que la firma espera acelerar en el 2021. Además, la inversión proyectada cambiará y aún no se establece un número final, ya que la mezcla de restaurantes se está analizando.

Artemio Santos, director general de KFC México, apunta que “para los restaurantes pequeños, la inversión es de 4 a 5 millones de pesos (mdp) al año y los de gran escala, entre 17 y 20 mdp. No tenemos un número exacto para la inversión de este año porque variará según la mezcla con la que terminemos”.

En tanto, los 30 restaurantes que no tenían servicio de delivery ya han sido incorporados al esquema de entrega a domicilio, además de trabajar con las tres principales aplicaciones de entrega; la última se incorporó justo durante los meses de contingencia. Así, entre los pedidos a través de las apps y del propio call center de la marca, las ventas a casa se duplicaron respecto a las órdenes entregadas en el mismo periodo del 2019.

Sólo en el call center el número de pedidos incrementó 60%. Además, los consumidores también pudieron, a partir de la emergencia sanitaria, realizar su orden a través del servicio de mensajería de Facebook y por Whatsapp. “Son cosas que traíamos dentro de los planes, pero los aceleramos durante estos meses”, afirma Santos. No obstante, el incremento en los pedidos a domicilio, no será suficiente para mantener el ritmo de crecimiento a doble dígito que traía la firma y que el año pasado fue de 15%, con un aumento en ventas de más de 5 mil mdp, según sus propios datos.