Desde hace tres años, la industria de los centros comerciales vive la llegada de nuevas marcas que multiplican las posibilidades con que cuentan hoy los desarrolladores para llenar los miles de metros cuadrados que se construyen en México.
Sin duda, la caída de aranceles fue un factor que determinó el arribo de alrededor de 60 marcas durante el último trienio. La eliminación de impuestos a productos manufacturados en China, ayudó a que llegaran distintos conceptos de ropa a un precio accesible.
Tanto la llegada de AX (Armani Exchange) y la apertura en el otoño de 2012 de la primer tienda de la cadena sueca Hennes & Mauriz (H&M), alentó a otras firmas como Forever 21, la británica Topshop, Express, Aéropostale y GAP, por mencionar algunas. En ese momento, la industria pasaba por un proceso de maduración, que hizo factible conciliar la demanda con los espacios disponibles. Para muchos, esa tendencia marcó un cambio drástico en la manera en que se modificaron los requerimientos de espacios o superficies rentables en los centros comerciales; adicional a que esa expansión motivó una mayor competitividad en costos de productos.
Variedad en formatos
El crecimiento y diversificación que han presentado los desarrolladores de retail, provocó que dejaran de considerar el formato de anclaje de centros comerciales con tiendas departamentales, pues estas importantes son también category killers, grandes usuarios de espacios, para integrar nuevos competidores. Se trata de los denominados power houses, que con un modelo de crecimiento y demandas distintas de espacios, están generando movimientos relevantes en la industria. Este segmento representa 80% de la actividad concentrada en complejos inmobiliarios.
Es un hecho que los centros comerciales siempre han tenido que ser flexibles para modificar el tamaño y forma de los espacios. Aún la industria recuerda la entrada de Grupo Inditex con su marca Zara, que tuvo que adecuar su distribución a pequeños espacios en su primera tienda de Plaza Satélite, cuando sus requerimientos de espacio rondan los 2,500 metros cuadrados.
Así los nuevos desarrollos comerciales integran espacios acordes a las necesidades de las nuevas marcas y los están haciendo de acuerdo a lo que éstas demandan, básicamente tiendas con formatos tan grandes como H&M. La experiencia reciente ha demostrado que tanto las nuevas marcas, como las grandes cadenas, ya no se centran solamente en los tres mercados tradicionales de México (DF, Guadalajara y Monterrey) como su punto de partida, muestra de ello son Querétaro, Puebla, Toluca y Quintana Roo; asimismo, hay nuevos centros comerciales en desarrollo para alojar estas marcas, pues los grandes –ya consolidados– suelen carecer de espacio para las nuevas marcas, al menos no de inmediato, por ello la ampliación de algunos como Delta o Mundo E.
Aun cuando los mercados de las ciudades medianas siguen en importancia, es claro que utilizar la puerta de entrada de las tres principales ciudades del país, significa estar en lista de espera por el alto nivel de ocupación y los costos que representa pagar “guantes” para ingresar a esos centros comerciales consolidados.
La experiencia demuestra que el potencial de crecimiento para nuevos negocios, particularmente el representado por jugadores globales, sigue estando orientado a cubrir las necesidades de la clase media en los mercados más importantes del país.
El hecho de que su ritmo de crecimiento no ha sido tan rápido, obedece a retos operativos y geográficos a los que se enfrentan las marcas. Para cualquier concepto que quiera desarrollar cadenas de tiendas, la ubicación desde donde pueda atender el mercado con una logística correcta es clave porque determina precio y capacidad operativa.
Otro reto importante que enfrentan las marcas, que también alientan la expansión de restaurantes, tecnología y las enfocadas al entretenimiento, es la determinación de su estrategia de penetración de mercado.
Aun así, en recientes sondeos desarrollados por MAC Arquitectos Consultores, se observan sorpresas en la reacción de la comunidad del mercado del sur de la ciudad de México, donde la preferencia por marcas sigue determinada por las marcas existentes desde hace tiempo y no tanto por las nuevas, habrá que esperar a que éstas logren el posicionamiento adecuado en la mente del consumidor para poder garantizar su capacidad de atracción y “anclaje”.
Texto:Claudia Olguín
Foto: INDITEX, the aed, vtm, heatbrns