Desde mediados del 2018, el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Quintana Roo, Amir Efrén Padilla Espadas, aseguró que se debe tener cuidado con el trazo del Tren Maya, porque el subsuelo en esa entidad y en toda la península de Yucatán es kárstico, es decir, que cuenta con más de 900 kilómetros de galerías subterráneas inundadas, por lo que ya se han presentado hundimientos en diversas carreteras.
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Ante ello, el director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) Rogelio Jiménez Pons, aseveró que una de las posibles soluciones en ingeniería que se están planteando para no tener que modificar el trazo, sería el mantenimiento de los derechos de vía de la carretera y las líneas de alta tensión que pertenecen a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
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Aunado a ello, Jiménez Pons aseguró que para la obra estarán siendo apoyados técnicamente por Jaime Urrutia Fucugauchi, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM reconocido internacionalmente para mapear a detalle el subsuelo de una gran parte de la península y con ello determinar los puntos de mayor riesgo de colapso, ya que saldría más caro buscar tierras fuera de la línea paralela a la costa de Quintana Roo, donde actualmente corre la carretera y las torres de electricidad.
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“Hay una gran la fragilidad del subsuelo y hay necesidad de que se realicen estudios de edafología y geología, principalmente en la zona centro y sur del estado, cuyos suelos han sido poco estudiados, aunque se tiene claro que forma parte del macizo kárstico de la península yucateca”, especificó Padilla Espadas.
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Asimismo, destacó finalmente que para la obra, buscarán ser salvaguardadas en la ruta, por ello la necesidad de contar con sólidos estudios técnicos en diversos campos, que abarcan desde la geología, hidrología, biología y de aspecto sociológico, que tienen que ver con el impacto en las poblaciones. Lo que implicará un reto para los especialistas que darán sustento a la obra civil.
Con información de El Economista