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La FundéuRAE resaltó que la palabra polarización se utiliza para aludir a situaciones en las que hay dos opiniones o actividades muy definidas y distanciadas, y con un gran impacto en la vida diaria de todas las personas.

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El vocablo “polarización” fue elegido por la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), organismo que cada año selecciona la palabra representativa del año anterior. El término escogido no tiene que ser nuevo, pero sí haber sido "protagonista" durante ese período. Además, tiene que haber generado "interés lingüístico por su origen, formación o uso".

FundéuRAE comenzó con la elección en 2013, y el primer término fue "escrache" (manifestación convocada frente al domicilio o el lugar de trabajo de personajes públicos para reprobar su comportamiento en determinados asuntos políticos o sociales), seguido por "selfi", en 2014, y "refugiado", en 2015.

 

En 2019 ocurrió algo curioso: la elección del año no fue una vocablo, sino unos símbolos: los emojis y los emoticons (pequeños dibujos creados con signos ortográficos).

 

La fundación decidió, ese año, destacar su papel en la comunicación diaria. "Su innegable impacto en nuestra vida cotidiana, sus interesantes relaciones con el resto de los elementos que conforman la comunicación (palabras, frases, signos de puntuación…) y las perspectivas que se abren de cara al futuro han llevado a la Fundéu a ceder a los emoticons y a los emojis la distinción de palabra del año", explicaron en esa ocasión desde FundéuRAE.

 

El término de 2023 fue polarización

Desde FundéuRAE exponen: La palabra se utiliza para aludir a situaciones en las que hay dos opiniones o actividades muy definidas y distanciadas (...), en ocasiones con las ideas implícitas de crispación y confrontación.

La voz "polarización" se ha extendido a lo largo del 2023 "aplicada a la política y al ámbito ideológico, al mundo deportivo, al debate en las plataformas digitales y, en general, a cualquier escenario en el que sea habitual el desacuerdo".

 

 

La ganadora del año pasado fue votada entre 12 candidatas, algunas relacionadas con el medioambiente, la tecnología, la guerra y las catástrofes naturales.

Estas fueron las finalistas:

  • Amnistía;
  • Ecosilencio (greenhushing, ocultamiento de información sobre el cuidado del medioambiente);
  • Euríbor (indicador que se tiene en cuenta a la hora de revisar la cuota de las hipotecas variables);
  • FANI (Fenómenos Aéreos Anómalos No Identificados, antes conocidos como Objetos Voladores No Identificados, ovnis);
  • Fediverso (combinación entre federación y diverso, en referencia a un grupo de redes sociales abiertas y descentralizadas que pretenden competir, de momento sin excesivo éxito, con las redes tradicionales);
  • Fentanilo;
  • Guerra;
  • Humanitario;
  • Macroincendio;
  • Sismo o seísmo, y,
  • Ultrafalso (deepfake, en referencia a los vídeos que no son reales, pero que lo parecen gracias a una manipulación digital extrema).