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La investigación es la búsqueda de respuestas, es una actividad cotidiana que, sin notarlo, hacemos de forma estructurada. Recabamos información a través de nuestros sentidos, la organizamos y analizamos para generar un nuevo conocimiento o incrementar nuestra comprensión.

El 2021 fue un año de transiciones y adaptaciones. Si bien durante 2020 la pandemia y el confinamiento nos forzaron a vivir bajo una ‘nueva normalidad’, durante este año se puso a prueba nuestra capacidad de adaptarnos al constante cambio.

La recuperación económica global continuará, pero hay diversos riesgos que dominarán el escenario y que se deberán afrontar interna y externamente; entre ellos, el manejo del déficit público y el control de la inflación por parte de los bancos centrales.

La economía mexicana ha transitado un ciclo adverso durante los últimos tres años, profundizado por el severo golpe que significó la crisis sanitaria, y se perfila para iniciar el 2022 en un escenario donde lo deseable es regresar al crecimiento inercial previo al Covid-19, con tasas promedio anual de alrededor del 2.7%; sin embargo, diferentes elementos suponen riesgos para lograrlo.

La economía de Yucatán ha sido muy dinámica y supera de forma consistente el desempeño nacional. En los últimos cinco años previos a la pandemia, su ritmo de crecimiento fue cercano al doble del promedio anual que registró el PIB nacional.