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En México, el costo de la energía es, en promedio, 16.98% más caro que Estados Unidos y 15.57% más caro en comparación de Canadá.

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Los recientes cambios aprobados a la industria eléctrica nacional tendrán implicaciones que podrían alcanzar a prácticamente 50% de la capacidad instalada en México, situación que se volverá más compleja si se toma en cuenta que México enfrenta carencias en cuanto a disponibilidad y costo de energía.

Entre otras implicaciones económicas que se desprenden de la baja competitividad que el sector energético nacional genera en la industria establecida en México, está que el alto costo de energía desincentiva a las empresas para que puedan crecer en la complejidad de sus actividades.

Además, en muchos casos, los procesos que se realizan no se incrementan en su nivel de automatización por la simple la razón de que, si el costo de mano de obra es menor que el costo de usar maquinaria automatizada, las empresas siempre elegirán la opción más económica. 

Menos acceso

En este sentido, el acceso limitado a energía limpia y competitiva tendrá efectos negativos sobre el crecimiento de los salarios provenientes del incremento de la complejidad y mecanización de los procesos productivos, por lo que la reforma reducirá gravemente las posibilidades de crecimiento profesional y salarios de la población. 

Lo anterior se desprende del análisis realizado por la división de Servicios Corporativos Globales de Newmark “Impactos de la Reforma a Ley de la Industria Eléctrica” que inhibirá el crecimiento económico en México.

“Las empresas enfrentan retos para la continuidad y crecimiento de sus negocios. Hemos observado que uno de los mayores obstáculos para concretar inversiones en México se relaciona al acceso y disponibilidad de energía eléctrica para el sector. El tiempo requerido para que el servicio sea entregado, muchas veces genera que proyectos productivos sean llevados a otras latitudes”, sentenció Sergio Pérez, director ejecutivo de Servicios Corporativos Globales LATAM de Newmark.

Alternativa de costos

Agregó que el equipo de Nearshoring de la firma realizó el análisis “Rapid Location Analysis” o Análisis de Localización Rápida, que es un modelo matemático de costos que permite a las empresas hacer escenarios de cómo se vería su operación en otras zonas. 

La herramienta arroja comparativos de clústeres industriales más importantes de México, Estados Unidos y Canadá, con sus mercados naturales y de competencia para la atracción de inversiones. 

Con los datos provistos, México en costo de electricidad es, en promedio, 16.98% más caro que Estados Unidos y 15.57% más caro que Canadá”, destacó.

Uno de los factores de costo más relevante y, por tanto, de ventaja competitiva para la empresa moderna es el precio de la energía, que impactaría en los factores de producción como la talento humano, capital y, desde luego, energía. 

“Esto es aún más relevante cuando un mayor número de compañías han automatizado sus procesos.  Esto es especialmente cierto en el caso de nuestro mayor socio comercial: Estados Unidos.  El sector energético norteamericano por medio de la revolución de gas de esquisto o shale-gas ha permitido la generación abundante y barata de electricidad”, argumentó.

Energía barata, alternativa

La disponibilidad de energía en Estados Unidos otorgado una ventaja competitiva en donde algunas actividades intensivas en mano de obra que se habían relocalizado en China han retornado sus procesos a Estados Unidos con un componente tecnológico y de automatización considerable. 

“Sectores como el textil tienen una nueva oportunidad en Estados Unidos. Hace algunos años, el Gobierno Federal impulsó una reforma que buscaba reducir el costo del energético para los consumidores, así como tomar ventaja de las importaciones de gas shale de Estados Unidos. Ello con la intención de incrementar y abaratar la energía eléctrica y refrendar el compromiso con el Acuerdo de París de reducir emisiones y generar hasta un 35% de la energía del país de fuentes renovables para el año 2024”, indicó por su parte, Samuel Campos, director ejecutivo de la zona Bajío de Newmark.

Irónicamente, México no saca ventaja de sus recursos solares y eólicos para generar energía limpia y barata.  Pero las subastas eléctricas llevadas a cabo así lo muestran, donde el país tuvo las ofertas de producción de kilowatt hora más baratas en el mundo. 

La legislación permitía a empresas comprar la energía a quién la ofertara -ya sea más barata o por producción limpia- por lo que esta Reforma a la Ley de la Industria Eléctrica Nacional traerá para México escenarios ya superados e impactos en la inversión extranjera directa que no se pueden permitir en estos tiempos complejos.

En este momento, el cuello de botella energético del país pasa más por la capacidad de conducción de las líneas eléctricas y de la instalación de gasoductos dentro del país, que por la capacidad de producción de los particulares.

“Con la inminente aprobación de la reforma constitucional descrita, no solamente se daña la competitividad del país, sino se arriesga a que los inversionistas afectados detonen los mecanismos de defensa que les proporcionan tanto el T-MEC como los diferentes convenios internacionales que ha suscrito México para la protección de las inversiones de nacionales de otros estados. El costo de las penalizaciones y de la incertidumbre jurídica serán relevantes”, señalaron finalmente Sergio Pérez, director ejecutivo de Servicios Corporativos Globales LATAM y Samuel Campos, director ejecutivo de la zona Bajío de Newmark