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La tendencia del nearshoring, mano de obra, ubicación de México y T-MEC apuntalaron al país como un importante polo de desarrollo industrial global.

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Durante la crisis por el Covid-19, la actividad de consumo de bienes y servicios y cómo se optimiza el proceso, desde la compra hasta la entrega de mercancías, movilizaron al mercado inmobiliario industrial.

Aquí se observó un incremento de las ventas por medio del comercio electrónico o e-commerce, lo que generó que empresas de estos giros, retailers y de bienes de consumo semiduraderos, iniciaran un proceso de expansión de sus centros logísticos para satisfacer la demanda en incremento.

Al inicio de la crisis, la manufactura se vio afectada por el colapso de las líneas de producción globales ante la suspensión de actividades operativas de las empresas manufactureras, lo que llevó a replantear el modelo vigente de los últimos 20 años, conocido como offshoring, surgiendo la necesidad de contar con la proveeduría más cercana al centro de ensamblado final, es decir, instaurar el nearshoring. 

“Esta situación creó oportunidades para México al ser, dada su ubicación, mano de obra y el reciente Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la opción más viable para el arribo de empresas establecidas en países asiáticos que abastecen a dos grandes mercados norteamericanos: Estados Unidos y Canadá”, destaca un análisis de Solili. 

Mercados al alza

La demanda industrial en Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Tijuana superó lo reportado en 2019. Ejemplo de ello fue que la demanda bruta en la zona metropolitana de la Ciudad de México fue de 260 mil m² al último trimestre de 2020 (4T20). 

Por su parte, Monterrey cerró el mismo periodo con una demanda bruta de 195 mil m², área 58% más grande respecto al mismo periodo, impulsada por los sectores logístico, retail, automotriz y manufacturero. 

Guadalajara concluyó con una demanda bruta de 90 mil m² para el mismo periodo, reportando uno de los mejores niveles en los últimos años impulsado por los giros logístico, tabacalero, almacenaje y médico con un mercado de escasa desocupación e incorporación de espacios hechos a la medida que ingresaron a  inventario ocupado. 

Tijuana recuperó gradualmente la demanda durante los últimos tres trimestres, con un crecimiento anual de 43%. Al cierre del 4T20 se reportó la llegada de empresas del sector logístico, la industria médica, alimenticia, metalmecánica, y una reactivación importante en manufactura. 

Por su parte, Ciudad Juárez, Chihuahua, al cierre del trimestre culminó con 43 mil m², siendo empresas de giros, logístico, automotriz y manufacturero las concentraron la demanda.