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La economía española está teniendo un mejor comportamiento que el previsto para 2016; sin embargo, la incertidumbre y el menor impulso de algunos vientos de cola llevan a moderar las expectativas de crecimiento para 2017.

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Al cierre del segundo trimestre de 2016, tanto la venta como la iniciación de nuevas viviendas se comportaron mejor que en el mismo periodo del año anterior que se debió al empuje de la demanda en base a tres factores: la positiva evolución del empleo y la renta; segundo, la política monetaria expansiva que ha permitido incrementar la oferta de crédito a unos tipos de interés bajos y; tercero, la buena demanda extranjera que contribuyeron al aumento de las transacciones residenciales.

La mejora de las ventas en un contexto de descenso de inventario está permitiendo la paulatina revalorización de los precios de la vivienda, además del descenso de rentabilidades en los precios residenciales está generando expectativas positivas, que apoyarán la demanda de vivienda, es lo que afirma el reporte Situación Inmobiliaria España, elaborado por BBVA Research correspondiente al Segundo Semestre de 2016 (2S2016).

Tras diez trimestres consecutivos de crecimientos interanuales de la actividad constructora, el inicio de viviendas se encuentra en máximos de los últimos años. Así, desde que se alcanzara el mínimo en 2013 los visados acumulan un incremento superior al 50%. Sin embargo, todavía no representan ni el 10% de los aprobados en la primera mitad de la pasada década. Hacia adelante, todo apunta a que la tendencia de crecimiento continuará en 2017 y la construcción residencial aportará crecimiento al PIB por segundo año consecutivo.

Pero la recuperación del mercado inmobiliario mantiene una marcada heterogeneidad geográfica., mostrándose más sólida en las zonas de mayor actividad económica y en aquellas más beneficiadas por el buen comportamiento del turismo. Es decir, Madrid, el eje del mediterráneo y las dos comunidades insulares lideran la recuperación del sector en España.

Se espera un incremento en torno al 6,5% anual, que las sitúe en un nivel próximo al medio millón, favorecido por el mantenimiento de las buenas condiciones de financiación. Asimismo, el dinamismo de las ventas en un contexto de reducción del inventario se traducirá en un incremento del precio medio de la vivienda del entorno del 3.5% en 2017.

El mercado responderá con un incremento de los proyectos residenciales, lo que llevará la iniciación de viviendas a un nivel cercano a las 100,000 unidades, cifra lejana a la observada en el período inmediatamente anterior a la crisis, pero que comienza a alejarse del mínimo alcanzado en 2014.

Sin embargo, detalló BBVA detalló que algunas innovaciones en el escenario (brexit, medidas fiscales, incertidumbre sobre política económica) obligan a moderar las expectativas para 2017.

 

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