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La medida considera el bloqueo económico a Rusia, así, Azerbaiyán o Noruega aumentarían las importaciones de gas y EU sería otro vendedor.

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La Agencia Internacional de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) propuso a la Unión Europea (UE) un plan para eliminar o reducir las compras de gas ruso, en un mediano plazo.

Una de las medidas medulares es maximizar la generación a partir de las centrales que generan pocas emisiones, principalmente la bioenergía y la generación nuclear.

El plan considera que la UE disminuya hasta en un tercio las importaciones rusas de gas en un año, además de no realizar ningún nuevo contrato para suministro de gas desde ese país, entre otros aspectos.

 

Europa importa desde Rusia alrededor del 40% del gas que consume, pero todo cambió con los bloqueos económicos a éste país.

 

En un documento, la agencia menciona que “el progreso hacia las ambiciones netas cero en Europa reducirá el uso del gas y las importaciones con el tiempo, pero la crisis actual plantea cuestiones específicas sobre las importaciones procedentes de Rusia y lo que los responsables políticos y los consumidores pueden hacer para reducirlas”.

Cabe mencionar que las centrales nucleares son la mayor fuente de energía de bajas emisiones y el 25% de la generación total de la UE, de acuerdo con una publicación de Expansión.

Pero si el plan del bloque era despegarse poco a poco de estas centrales, Alemania dijo que abandonaría todos sus reactores nucleares, mientras Francia busca construir hasta 14 de nueva generación.

 

Estados Unidos sería el próximo vendedor de gas a la UE; la EIA prevé un aumento de las importaciones desde Azerbaiyán y Noruega.

 

En esta misma línea, Reino Unido reemplazará algunas viejas centrales, Países Bajos y Polonia también seguirían esta tendencia, mientras Bélgica y España no tienen grandes planes al respecto.

En medio de la crisis energética, Finlandia echó a andar hace la central Olkiluoto 3, que le ayudará a reducir sus necesidades de importaciones rusas, al entregar electricidad a su red nacional y reducir los altos precios.

A finales del año, un contrato entre la UE y la estatal rusa Gazprom expirará, y según la EIA, el acuerdo equivale al 12% del total de gas que el bloque le compra a la compañía.