Por lo anterior, los constructores podrían presentar pérdidas de 8%, debido a que varios proyectos están establecidos y los costo de edificación no pueden modificarse, por lo que esta variación en la compra de material será absorbida por los constructores.

Expuso que la situación puede reajustarse cuando se trata de entidades públicas, porque pueden modificar el proyecto si se justifica el alza en el precio del producto, sin embargo, no ocurre lo mismo con la inversión privada, que en la entidad equivale a 70% de los proyectos.

A pesar de la situación desfavorable para el gremio, la calidad de las obras está asegurada, por lo que de mantenerse el aumento a nivel nacional el crecimiento anual de la construcción sería de 1%, situación que sería similar en Querétaro.

Desde octubre del 2016 el cemento comenzó a subir, debido a la variación en el precio del dólar y a la demanda excesiva. “En los últimos tres meses del año pasado se registró un alza en el precio y después se normalizó, pero ahora estamos en la segunda mitad del año y estamos alarmados con el anuncio de que podría mantenerse un aumento de 13%”, comentó Vega.

El sector construcción en Querétaro estima generar 95,000 empleos en 2017.