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El más reciente reporte de McKinsey Global Institute (MGI), ‘The postpandemic economy. The Future of work after Covid-19’, examina los aspectos más importantes respecto a la economía mundial tras la pandemia.

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Entre los anteriores, destacan el futuro del trabajo, el comportamiento de los consumidores, así como una próxima recuperación liderada por una mayor productividad e innovación.

Durante el 2020, la crisis de salud por el nuevo Coronavirus “perturbó” los mercados laborales a nivel mundial, trayendo consigo consecuencias a corto plazo: Mientras millones sufrieron despidos, los otros se adaptaron al teletrabajo tras los cierres de oficinas para evitar un potencial contagio. En tanto, un menor grupo, considerado dentro de las empresas “esenciales” continuó con sus actividades bajo ciertos protocolos que redujeran la propagación del virus.

En este primer informe, de tres que serán dedicados al tema, explica McKinsey, se examinan los cambios a largo plazo, el impacto duradero de la pandemia, las implicaciones para los líderes empresariales, la responsabilidad política y los trabajadores en ocho economías con mercados laborales diversos: China, Francia, Alemania, India, Japón, España, Reino Unido y Estados Unidos.

Vale la pena mencionar que, en conjunto, estas ocho economías representan el 62% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y casi la mitad de la población total.

El documento enlista tres granes tendencias que podrían reconfigurar el trabajo luego del lockdown:

  1. El Home Office continuará. Para determinarlo, MGI analizó el potencial en más de dos mil tareas en aproximadamente 800 ocupaciones en los ocho diferentes países analizados. Se determinó que solo entre el 20 y 25% de los trabajadores de las economías más avanzadas podrían continuar trabajando desde casa entre tres y cinco días a la semana.

Lo anterior representaría cinco veces más el teletrabajo que antes del Covid-19, lo que podría traer consigo una reconfiguración no solo en la forma de trabajar, sino de las oficinas.

Al respecto, las grandes empresas empezarían a migrar a espacios de trabajo más flexibles. Sobre los viajes de negocios, se estima que el 20% de éstos podrían jamás regresar, lo que traería consigo una pérdida significativa a las aerolíneas siendo el segmento de negocios el más lucrativo.

  1. El auge del e-commerce. De acuerdo con el documento, el porcentaje del e-commerce creció hasta cinco veces más luego del Covid-19. Encuestas elaboradas por McKinsey Consumer Pulse realizadas en todo el mundo, apuntaron que tres cuartas partes de las personas que por primera vez optaron por los canales digitales durante la pandemia, seguirán utilizándolos como forma de una ‘nueva normalidad’.

Aunado al comercio electrónico, las transacciones en línea, el entretenimiento en streaming y la telemedicina continuarán, aunque éstas últimas podrían disminuir a medida que los contagios bajen; sin embargo, continuarán por encima de los niveles observados antes del Covid-19.

 

  1. La rápida adopción de la Inteligencia Artificial. La encuesta mundial elaborada por la consultora a 800 altos ejecutivos recién comenzado el segundo semestre de 2020 reveló que dos tercios de los entrevistados estaban incrementando su inversión en la automatización e Inteligencia Artificial.

Cifras apuntaron a que la producción robótica en China superó los niveles prepandemia.

Lo anterior, teniendo en cuenta que diversas empresas optaron por las nuevas tecnologías en almacenes, call centers, entre otras, con la finalidad de evitar las aglomeraciones y hacer frente a los aumentos de la demanda por parte de consumidores.

Sobre las empresas que deberán enfrentarse a un mundo digital al que no pudieron entrar, el estudio señala que serán los responsables políticos quienes deberían apoyar, mejorando la infraestructura digital y favorecer a la inclusión.

Desde su fundación en 1990, McKinsey Global Institute (MGI) ha buscado desarrollar una comprensión más profunda de la economía mundial.