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El departamento de análisis de Citibanamex revisó su expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México de 1.8% a 1.2% en 2017. El ajuste lo hace en un ambiente más retador para el sector externo y la inversión extranjera directa (IED), y de un mercado local que deberá sortear varios obstáculos.

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Así, prevé que la depreciación del peso en 9%, el proceso de liberalización de los precios de la gasolina y el incremento de los salarios mínimos en 9.6% llevarán a la inflación general a un nivel de 5.2%, por lo que esperan que el Banco de México (Banxico) incremente la tasa de referencia en 175 puntos a lo largo del año.

Menos crecimiento

El año pasado argumentaron que adicionalmente a alguna forma de negociación sobre el TLCAN, EUA podría buscar un “rebalanceo” de la distribución del valor agregado en la región a su favor, y una política de impuestos podría ser vista como un instrumento para alcanzar este objetivo. Y para Citibanamex la actual discusión sobre el “impuesto fronterizo” cumple con ambos aspectos.

El sector externo determinará el desempeño de la economía en 2017. Una implicación del “TLCAN rebalanceado” para el propósito de su perspectiva económica es que las condiciones actuales prevalecientes en la relación bilateral tienen poca probabilidad de cambiar radicalmente este año. Sin embargo, los agentes económicos enfrentarán gran incertidumbre sobre si estas condiciones continuarán hacia adelante: incertidumbre será la palabra clave durante el 2017.

Estiman que las exportaciones netas tengan una contribución marginal, aunque positiva al crecimiento del PIB debido a: a) mejora en términos de intercambio asociada con el desvanecimiento de las amenazas de deflación global; y b) la ventaja que un tipo de cambio real subvaluado ofrece a sectores tales como la agricultura y el turismo.

En términos de la cuenta de capital, su reducción de expectativas sobre influjos de IED, junto con condiciones financiaras más apretadas, tendrán un efecto mayor en la actividad. Asimismo, anticipa que la inversión local será afectada severamente por la incertidumbre y la contracción de la inversión del sector público – a niveles del 3% del PIB como del 3T16 - y el resultado general es un estimado de una contracción del 0.9% en la inversión fija bruta durante el 2017. Esto llevaría la razón de inversión a PIB a sus menores niveles en lo que va de la década.

Por su parte, el mercado interno enfrentará diversos obstáculos. En 2016, calcularon que el consumo privado se incrementó en 3% y para 2017 anticipan una desaceleración a 1.6% anual por la menor creación de empleo formal y el rebote de la inflación.

Su escenario central es que no habrá certidumbre en elementos clave tal como la relación comercial bilateral y el TLC durante 2017.

Enfatizan que la menor incertidumbre relacionada con el verdadero alcance de las políticas económicas bajo la administración de Trump podría llevar a una corrección parcial del tipo de cambio, y ello podría llevar al peso mexicano a niveles más cercanos a sus fundamentales aunque otras fuentes de volatilidad podría tomar su lugar: la continuación del proceso de normalización de la Fed y las elecciones presidenciales locales.