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Baby Boomers llegán a México

La jubilación de los denominados Baby Boomers estadounidenses representará una oportunidad de negocio muy atractiva para el mercado inmobiliario mexicano,aunque tiene grandes competidores en distintos destinos regionales.

La firma Ernst & Young elaboró un análisis internacional, en el que concluye que la inversión de jubilados extranjeros en el mercado mexicano de bienes raíces, se perfila muy atractivo ante un fenómeno, en el que millones de norteamericanos y europeos esperan vivir su periodo de jubilación en naciones que les ofrezcan un estilo de vida relajado, combinado con un menor costo de vida, bajo costo de vivienda y que cuenten con servicios para el cuidado de la salud de máximo nivel.

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De acuerdo con el análisis de la firma, en los próximos 20 años, unos 76 millones de estadounidenses llegarán a la edad de jubilación y cada vez una mayor proporción vivirá fuera de los Estados Unidos. De la misma manera, millones de jubilados europeos se reubicarán fuera de sus países de origen, en concreto pronostican que 6 millones de británicos (una décima parte de la población) se reubicará en el extranjero.

Por lo tanto, la demanda de propiedades inmobiliarias de descanso por parte de estos jubilados extranjeros irá creciendo año con año, representando una gran oportunidad de inversión para el mercado inmobiliario de diversos países, entre ellos México.

Bajo este concepto, los jubilados se irán básicamente a América Latina, España, Francia, Italia o algún lugar de Europa, lo mismo que al sureste de Asia, China y Australia, y también consideran a Irlanda y otros países con origen ancestral, afirma el análisis citado.

“Los países atractivos para ellos son aquellos que ofrecen un costo de vida menor, vivienda más económica, servicios para el cuidado de la salud comparables, e igualmente importante, un estilo de vida más relajado. Como un estímulo adicional, algunas naciones como Costa Rica, ofrecen incentivos fiscales y otros beneficios a los jubilados”.

Por las características identificadas en este análisis, es fácil percibir a México como una alternativa muy atractiva para este mercado internacional, principalmente para el de Estados Unidos y Canadá, ante su cercanía geográfica, su infraestructura de servicios como las conexiones aéreas, su oferta de playa, de ciudades coloniales, su clima, su oferta cultural, sus precios internacionales y servicios, entre otros elementos atractivos. Por la suma de estos elementos, México aventaja a países de la región del Caribe, Centroamérica y Sudamérica, incluso en la parte de plusvalía porque dada estas características los especialistas no descartan la posibilidad de que las propiedades lleguen a duplicar su valor en un lapso de dos años.

Cabe señalar, que de acuerdo con la firma Softec, de los 76 millones de estadounidenses jubilados, por lo menos el 5 por ciento considerará a México para adquirir una segunda casa, lo que sin duda abre un gran nicho de negocio para los desarrolladores mexicanos y extranjeros que invierten aquí.

También cabe señalar que se debe considerar que para el mercado en cuestión, aunque la mayor parte de la demanda será de casas y departamentos, no se debe dejar de incorporar a la oferta para jubilados proyectos bajo el concepto de condohotel, en el que se tienen servicios adicionales como limpieza, cocina y amenidades.

Pese a lo atractivo de algunos de los destinos señalados para jubilados, un talón de Aquiles para estos va a ser la infraestructura, que será un gran reto que tienen que enfrentar estos mercados porque en diversos lugares no cuentan con los servicios básicos para atender a los futuros jubilados.

 
Puerto Peñasco

Mercado inmobiliario, un negocio global

Los beneficios funcionan en dos sentidos: las economías locales reciben un incremento en los gastos e inversiones realizadas por los jubilados, tanto por la adquisición de propiedades y el gasto en consumo de servicios, como por ejemplo al abrir negocios locales. Sin embargo, la contraparte es que en sus países de origen, los mercados de bienes raíces locales podrían comenzar a sentir efectos del creciente éxodo de jubilados, donde los corredores de bienes raíces podrían perder algunas ventas debido a que los jubilados seguramente van a decidir comprar inmuebles en España en lugar del Reino Unido o en México en lugar de Florida, y los constructores podrían ver una demanda menor de vivienda para jubilados. Para contrarrestar esta situación, Ernst & Young plantea en su estudio que el mercado de la jubilación, como en otros mercados inmobiliarios, los bienes raíces son cada vez un negocio global, por ello para mantenerse a flote algunos agentes y constructores se están asociando con sus contrapartes en países de destino para proporcionar servicios de reubicación, vender casas y construir vivienda para jubilados.

Y como consideró que el mercado inmobiliario es un negocio global, señaló que los inversionistas de la región de Medio Oriente están destinando millones de petrodólares a inversiones inmobiliarias directas y a fondos de bienes raíces que adquieren o desarrollan inmuebles en Europa, Estados Unidos y Asia. “Y una nueva fuente de capital podría surgir: los fondos de inversión en bienes raíces Islámicos (REIT, por sus siglas en inglés). Por ello este análisis recomendó que las empresas que estén buscando capital para nuevos proyectos de desarrollo o para la adquisición de inmuebles, no deban pasar por alto el Medio Oriente. El estudio concluye que “la globalización de las inversiones inmobiliarias ha incrementado la necesidad de aumentar la transparencia en las carteras de fondos de inversión, así como de mayor coherencia en la manera en que se valúan los activos”.

 

Problemática derivada  de jubilaciones

Otro problema que percibe el análisis es que con el paso de los años y por el ritmo de crecimiento de la población, las compañías podrían enfrentarse a una escasez de personal en los próximos años, debido a que no ingresarán suficientes empleados jóvenes a la fuerza laboral para sustituir a un creciente número de trabajadores mayores que se jubilarán. Cita a la fundación Employment Policy Foundation, quien señala que “dentro de 10 años los empleos disponibles en Estados Unidos podrían superar a los empleados por 6.7 millones, y para el 2030, la brecha podría ampliarse a 35 millones”.

Bajo esta problemática, Ernst & Young señaló que los administradores de empresas inmobiliarias tendrán que considerar los efectos de escasez de personal, no sólo en sus propias empresas sino también en las de sus clientes. Por ello la firma de consultoría plantea algunos cuestionamientos que esta situación podría en el futuro propiciar y que tendrán que ser atendidas: ¿se reducirá la demanda por espacios de oficinas? ¿Cómo resultará afectada la demanda de almacenes y distribución de espacios si los clientes se tornan más eficientes en el manejo de las cadenas de abasto? ¿Cómo pueden las compañías inmobiliarias ayudar a sus clientes a atender la escasez de personal?